Aún llevando tiempo en este país aún hay costumbres que me parecen anómalas, una de ella es salir a pasear con coche aunque haga buen tiempo. Así que existen varios puntos en la geografía inglesa al lado de la costa que se especializan en atraer a este tipo de turismo, especializándose en heladerías y “fish & chips”, la cosa se trata de coger el coche con la pareja, familia o amistades, conducir hasta el mar, bajar a comprar un helado y encerrarse a comer el helado en el coche mirando al mar y pasando el rato. Supongo que cuando llueve tiene su lógica pero en verano con temperatura agradable, la escena se repite, la gente en lugar de sentarse en un banco en el paseo, optan por encerrarse en el coche para que nadie los moleste. En el Wirral existen dos sitios muy populares, West Kirby y Parkgate, en los que puedes ver decenas de coches en hilera con sus habitantes dentro. A mí me parece una tradición extraña, sobretodo porque he crecido en una familia en la que comer dentro del coche estaba castigado con Pena de Muerte y he crecido en un pueblo en el que la gente subía de paseo con los coches, se acercaba al barranco de Santa Anna y tampoco salían de los coches pero no precisamente a comer helado, este barranco otrora conocido como el follódromo de la comarca y alrededores.
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