divendres, 10 de juliol del 2015

Nueve días de Abril


No soy de vicios; No fumo, bebo lo justo y no me he enganchado ni a Lost, ni a Breaking Bad, y aunque lo han intentado, me queda muy lejos la dosis semanal de Juego de Tronos. Aún y así Jordi Sierra y Fabra me ha creado una adicción, tal como si la siguiente dosis de nicotina o chute fuera necesaria, es como acabo cuando termino alguna edición del Inspector Mascarell. No sé cuántos libros tiene pensado escribir de la serie y no creo que lo tenga claro ni él, pero ha conseguido engancharme, lo que se dice engancharme. Es la perfecta lectura para vacaciones, con personajes totalmente entrañables y con las dosis justas de suspense. Esta serie de libros narrada a cuestión de días se completa con este “Nueve días de Abril”, si la trama anterior tenía a los nazis de trasfondo, esta vez se trata de un juego de espías entre americanos y comunistas rusos, pero sin perder el toque de muy de aquí, muy “de estar por casa” como se diría por Catalunya. Si bien decir que finalmente se le ve un poco el plumero políticamente, cosa que hasta ahora había resistido objetivamente, ahora un poco de obcecación en el rollo de los que perdieron la guerra, pero tan solo el trasfondo. En esta serie el Inspector ya esta alanzando los 70 años, pero bien espero que continúe vivo muchos más y jugando a sus juegos de detectives como a él le gusta. El trasfondo pos-guerra en una Barcelona gris queda perfectamente reflejado en toda la serie de libros. Y que decir más, que en cuanto salga el próximo (si existe) me lo compro.