Ya me había
pasado en alguna otra ocasión pero hacía tiempo que no íbamos de excursión y me
apetecía un montón, por eso cuando me hablaron de la ruta de los quesos de
Lancashire me pareció muy buena idea.
El problema, no
es otro que los concejos de Turismo de estos diferentes “shires” a veces lanzan
campañas de marketing de turismo y se inventan “walks” para hacer por los
alrededores. Hasta ahí muy bien, pero este sí que se lo han sacado de la manga,
indicaciones muy míseras, cruzar
barrizales campo a través por caminos privados y encontrarnos con todas las “cheese
diary farms” cerradas por que es invierno ha sido lo que nos hemos encontrado
en esta gran gincama. Parajes bucólicos, sitios muy auténticos y descubrir la vidilla que hay en Lancaster es lo que ha
valido la pena de esta excursioncilla, el creamy Lancashire cheese trial mejor
lo dejamos para otra ocasión.