Reconciliación con Picasso. He asistido varias veces al Museo Picasso de Barcelona y en Madrid he visto bastantes de sus cuadros. Había llegado a un punto que consideraba a Picasso un poco repetitivo, varias exposiciones en Barcelona repetían cuadros de una misma serie hasta la saciedad. Pues bien, esta amalgama-poupourri de exposición que ha preparado la Tate es de lo más interesante, partiendo de inicio con la idea de seguir a Picasso en su periplo político y su flirteo con el partido comunista del cual fue miembro 40 años, siguen su etapa en el Paris ocupado por los nazis y su implicación en la causa de la República y el honor a todos los muertos generados. Con una paloma que tomaría el mundo entero como símbolo de la Paz y de sus problemas con los comunistas ya que no comulgaba con el estilo realista que se esperaba de un buen pintor comunista. Interesante exhibición, bastante amplia, Picasso fue mega-prolífico, cada vez me sorprende más y descubro nuevos cuadros y obras de artes suyas y sobretodo una serie de lechuzas y cráneos de cabra de lo más original. Pues bien, aunque la exposición intente meter en calzador un par de salas sin venir a cuento, una serie de las Meninas que era una metáfora de la monarquía porque una menina llevaba bigote, y una serie de mujeres de Algiers que tampoco viene nada a cuento con el tema político, la experiencia es interesante y recomendable, Un personaje interesante este Picasso.
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