Tengo unas
cuantas debilidades, una de ellas es correr como loco al cine cada vez que
estrenan un James Bond, debe ser influencia británica, pues en este enésimo
ejercicio bondiano he disfrutado. Aunque en esta película las sutilezas se han
perdido y es un ejercicio de marketing británico, como un anuncio de la marca
Reino Unido pero de 2 horas de duración, aún es un ejercicio Bond 100%,
persecuciones por diversos países, intrigas de espías, y aunque en un algún momento de la película se degrada a un
episodio del equipo A, en general es muy disfrutable. Disfruto bastante de las
tramas en esta nueva etapa de Daniel Craig como James Bond, ya no es el indestructible,
casi que la palma un par de veces y los
guiones son un poco más oscuros, ni los buenos son los megabuenos angelitos,
ni los malos son villanos que quieren
destruir la tierra, son personajes con más aristas. Que decir, recomendarla si
os gusta el género, y obviarla si lo encontráis un poco chabacano o si sois un
poco anglofobicos, las escenas en las que disfruta de conducir coches de ingeniería
británica mientras destroza y apachurra cada coche alemán que le aparece en el
camino memorable.
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