Tras "She moves in her own way" ser la canción del verano el año pasado, The Kooks tenían escrito el guión para ser la típica banda de un hit y morir de éxito. Pero nada más lejos de la realidad tras escuchar el segundo disco y verlos en directo. Se lo están currando para mantenerse en la cumbre y he disfrutado como un enano en el concierto que no ha sido muy largo debido a lo escaso del repertorio, pero hay que seguirles el rastro, especialmente al crack del cantante y a los nuevos hits Naive y Shine on.
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