Una puesta en escena
impresionante, una sucesión de eventos coordinados, con una
escenografia y unos efectos (luces, efectos sonoros, música,..)
cuidados al detalle. No sé quien ha diseñado todo pero mi
enhorabuena. Ahora bien, Sherlock Holmes siempre vende pero el número
de actores se queda un poco corto y aunque tienen tablas y saben
cuando mover al público, tampoco son desbordantes. El único
problema que veo, es que alomejor no es la mejor obra para
representar en teatro, una cantidad de localizaciones y una cantidad
de personajes, en un ritmo muy acelerado, hace que desconectes un
poco de la obra. Aunque tiene un ritmo inusitado, pasar de Londres, a
la campiña inglesa con un hotel, un par de estaciones de tren, una
centralita de telefonos, un taxi, un consultorio médico, un carruaje
de caballos y alguna otra localización que me dejo en el tintero,
hacen que la obra acabé en muchos momentos acelerados y aunque así
probablemente atraiga a las nuevas generaciones que necesitan
estímulos constantes a mi parecer a veces se pasa de acelerado. Ver
esta obra ha conseguido que tenga un antojo de leer a Arthur Conan
Doyle.
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