No pisaba el Royal Court desde la mítica Brick Up the Mersey Tunnels, iba un poco a ciegas, con los del trabajo que me la habían recomendado, lo que no sabía es que era un musical, con lo que a mime gustan los musicales como ya sabéis….
Ha sido una velada entretenida ya que es un teatro musical, me ha fascinado la comida y no me lo esperaba, recomiendo la lubina con chorizo, me ha encantado. Y luego en los postres, musical, Liverpool es la única ciudad que podría acoger una obra de este estilo, en muchas otras ciudades snob supongo que se negarían a ponerla, pero en Liverpool, un martes del medio de Enero y lleno y se han acabado los tickets para la mayoria de funciones, una obra que roza un tufillo amateur casposo y que por mucho empeño que les ponen unos actores-cantantes muy potables y profesionales, de lo mejorcito y con unos números músicales y escenografía interesante, pero tienen que defender una obra muy, muy, pobre, caótica en momentos, surrealista todo el tiempo. Una chica de Speke, se va a Halewood (Hollywood) y acaba en medio de un salón en el lejano oeste haciendo referencia a la mítica Casa en la Pradera, se va en bananalamb y aparecen Elvis, monjas, curas, y toda una serie de personajes prescindibles, con una sucesión de números musicales sin ninguna conexión y con un humor justito. Original pieza en Liverpool, pero creo que probablemente no defendible en cualquier otra plaza de UK.
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